sábado, 18 de diciembre de 2010

Epígrafe 8.4

 
TEMA 8.4 ECONOMÍA Y SOCIEDAD EN LA ESPAÑA DEL SIGLO XVI
A lo largo del siglo XVI el crecimiento demográfico fue general, si bien más pronunciado en Castilla que en Aragón. La población de ambos reinos pasó de unos 6,5 millones de habitantes al inicio del siglo a unos 8 al término del mismo.
La estructura demográfica se mantuvo: siguió siendo un país de campesinos con ciudades de pequeño tamaño, pero sí se produjo un cambio en su distribución: las ciudades del norte de Castilla se debilitaron, mientras que las del sur y del levante continuaron su crecimiento gracias al comercio con América (Sevilla con más de 100.000 habitantes era la ciudad más poblada de España). Se calcula que emigraron a América unos 150.000 personas, que si bien no supone una cantidad importante, si hay que tener en cuenta que se trataba de hombres jóvenes, con las consecuencias demográficas que eso comporta.
Se produjo un importante desarrollo económico, también más acusado en Castilla que en Aragón. La razón más importante estaba en el crecimiento de la población, que hizo aumentar la demanda, pero también en la colonización de América: los colonos reclamaban todo tipo de productos que faltaban allí. La agricultura tuvo un alza constante, aunque ni se mejoró ni transformó la estructura agraria heredada de la Edad Media, simplemente se pusieron más tierras en cultivo. También se produjo una expansión de la industria artesanal, sobre todo de los gremios textiles, sin embargo, la monarquía favoreció a los exportadores de lana y otorgó protección a los industriales textiles flamencos, que poco a poco se hicieron con el mercado interior y con el americano. El comercio fue el sector que conoció mayor desarrollo a lo largo del siglo XVI, gracias a la explotación del Nuevo Mundo. En definitiva, Castilla fue incapaz de abastecer la demanda, fenómeno que contribuyó a una característica esencial que comienza en este siglo: la revolución de los precios.
Desde el inicio del siglo se produjo en toda Europa un fenómeno nuevo, un alza de precios continua y sostenida. El fenómeno fue mucho más acusado en la Península. En parte, era la propia demanda la que hacía subir los precios, pero fundamentalmente la inflación se debía a la llegada de metales preciosos procedentes de América. A partir de mediados de siglo comenzaron a aparecer los síntomas de una crisis. La causa principal fue el enorme desgaste económico que supusieron las guerras europeas para Castilla. Para hacer frente a los gastos, la Corona mantuvo una presión fiscal creciente y recurrió a pedir préstamos  a los banqueros, alemanes y genoveses, hipotecando los bienes del reino (incluidos los procedentes de América). Cuando no se podía pagar, el rey se declaraba en bancarrota (Felipe II lo hizo en tres ocasiones). Lentamente, toda la riqueza de Castilla, y en menor medida de los otros reinos, se fue diluyendo.
La sociedad del siglo XVI se caracterizó por la preeminencia de la nobleza y el clero, y la persecución de cualquier disidencia religiosa o ideológica (moriscos y los judíos conversos –marranos-) Todo ello tendió a conformar una sociedad dominada por los grupos más conservadores (hidalguía), donde la limpieza de sangre era indispensable para el prestigio social, la pertenencia a la nobleza y el desempeño de cargos públicos.

El alumno deberá ordenar el texto en apartados y nombrarlos.
Introducir algún pequeño añadido (una frase, una línea) del libro de texto, pp. 50,51

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