sábado, 18 de diciembre de 2010

Epígrafe 8.5

 
TEMA 8.5. CULTURA Y MENTALIDADES. LA INQUISICIÓN

En el siglo XVI España se movió entre el espíritu humanista del Renacimiento y la ortodoxia de la Contrarreforma.
No sólo asistimos a un importante desarrollo en el campo del arte, también se produce un debate en el ambiente cultural que trata de superar la escolástica bajomedieval por el humanismo renacentista, en lo que tuvo una gran influencia Erasmo de Rotterdam. Los principios del humanismo se enseñan en las nuevas universidades, sobre todo en la de Alcalá de Henares (la Biblia Políglota Complutense es el mejor ejemplo de este renacer cultural), fundada por Cisneros.
El castellano fue el principal instrumento de difusión cultural y en el que se escribieron las principales obras literarias, las poéticas de Garcilaso o Boscán, o las narrativas como La Celestina o el Lazarillo de Tormes.
La política internacional de Carlos I y la expansión ultramarina estimuló la atención a los problemas de las relaciones internacionales, destacando el dominico Francisco de Vitoria como uno de los creadores del derecho internacional. Las conquistas también contribuyeron al desarrollo de la navegación, la geografía y las ciencias naturales.
Pero el triunfo de la Reforma protestante en territorios europeos provocó un cambio de actitud mental, coincidiendo con el acceso al trono de Felipe II. La sociedad española se convirtió en la más rígida defensora de la ortodoxia católica. Teólogos españoles que asistieron al Concilio de Trento adquirieron gran protagonismo como Alfonso Salmerón o Melchor Cano. Se fundó la Compañía de Jesús que representó el espíritu combativo en Europa frente a los protestantes, además de llevar a cabo una activa labor misionera en América, junto a otras órdenes como  los dominicos.
La Inquisición se convirtió en un temido instrumento de lucha contra el protestantismo. En 1553 la Inquisición publicó el primer Índice de libros prohibidos y cinco años más tarde se instauró la censura. Cualquier manifestación de heterodoxia podía llevar a la cárcel. Incluso el arzobispo de Toledo, Bartolomé de Carranza, fue acusado de erasmista y para escapar de la Inquisición tuvo que huir a Roma. En 1558 surgieron en Sevilla y Valladolid dos brotes de protestantismo en torno a grupos de intelectuales y nobles, se detuvo a los sospechosos y los principales cabecillas fueron ejecutados. El mismo Felipe II acudió al auto de fe celebrado en Valladolid para manifestar su posición frente al protestantismo.
En ocasiones, la represión de la disidencia religiosa se utilizó como castigo a cualquier forma de oposición a la autoridad real, éste fue el caso del secretario de Felipe II, Antonio Pérez.

El alumno deberá dividir este epígrafe en dos partes (en el texto aparecen claramente). De cada una de estas partes hacer un índice. Para finalizar, añadir algún caso más de persecución religiosa (libro p. 47).

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